Llevar un estilo de vida más amigable con el medio ambiente, nunca antes fue una necesidad más apremiante. Nuestro planeta cada vez nos pide tomar más acciones a su favor, desde nuestra cotidianidad. Y nuestro clóset definitivamente es un espacio cotidiano, desde donde podemos contribuir a sanar el planeta. A continuación te damos tres claves sencillas pero de gran impacto, para un clóset amigable con el medio ambiente.
Ya que de la industria textil proviene una gran parte de los desechos que se acumulan en los rellenos sanitarios – tardando años en descomponerse – o incluso los desechos que van a parar a los océanos; con estas tres claves vas a lograr reducir tu impacto negativo en el medio ambiente.
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Re-usar.
Dale una vida larga y feliz a tus prendas. Usa ese vestido de fiesta, o esa blusa espectacular para varios eventos. ¡Qué importa si sales en las fotos con la misma prenda otra vez!. Incluso las celebridades han tomado consciencia y hoy puedes ver a varias de ellas repitiendo un vestido en diferentes galas de premiación.
O si prefieres, dale la oportunidad a otra persona de usar ese vestido. Llévalo a una tienda de segunda mano o a una de trueque de ropas. La ropa de segunda mano, no es sinónimo de mala calidad. Por el contrario, las tiendas donde las consigues, hacen una curaduría minuciosa antes de ponerla a la venta.
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2. Cuidar 
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Del cuidado que le des a tu ropa, depende no sólo su durabilidad, sino también la vida en los océanos. ¿Cómo es esto?. Cada vez que lavas tu ropa, pueden desprenderse tintes y partículas minúsculas de fibras, en muchos casos plásticas, que terminan llegando a los ecosistemas marinos.
Por eso, te recomendamos lavar sólo cuando la ropa realmente esté sucia y llenado la carga completa de la lavadora. Entre más espacio para moverse tenga la ropa, más microplásticos se desprenderán.
Por otro lado, lavar con agua fría o a una temperatura máxima de 30°c, evitará que se desprendan los tintes de la ropa con facilidad.
Finalmente, fíjate en la composición de la tela de tus prendas. Telas sintéticas como el poliéster, el nylon o el rayon, no son biodegradables y además pueden desprender microplásticos al ser lavadas. Entre menos tela sintética, mejor.
3. Reparar. 
Nos hemos acostumbrado a usar, gastar y tirar. Ante una señal de desgaste en nuestra ropa, simplemente la tiramos a la basura, sin darnos cuenta del daño que le hacemos a nuestro planeta al no darle una segunda oportunidad a esa prenda. Ante ese patrón dañino, reparar es un acto de amor.
La persona que repara una prenda, pone especial cuidado en dejarla como nueva o aún mejor. En esa prenda, llevas todo el cuidado, paciencia y amor con que fue reparada.
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Como ves, son tres acciones sencillas que están al alcance de nuestras manos para poder tener un clóset amigable con el medio ambiente. Y teniendo un clóset amigable con el medio ambiente, contribuiremos a un planeta más limpio.♣
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